Después de una operación de adenoides, mi hijo no tuvo más problemas de respiración ruidosa y ahora puede dormir tranquilamente. Clínica Dalfa, muchas gracias.
Pasé varios años con rinitis crónica. La congestión nasal era habitual y no respiraba con facilidad. La terapia de desensibilización del Dr. Alfaro funcionó.
Mi hijo sufrió una infección en el oído medio. El otorrino lo trató con antibióticos y terapía de drenaje. Ahora puede escuchar perfectamente, no tiene más dolores ni molestias.
¿Qué es la otorrinolaringología?
La otorrinolaringología es una especialidad médicoquirúrgica que previene, diagnostica y brinda tratamiento a las afecciones y enfermedades que afectan a la garganta, oídos o nariz.
El tratamiento de otorrinolaringología puede contemplar uso de fármacos; Tratamiento y cirugía de la sinusitis, amigdalitis y obstrucciones nasales; Tratamiento de la sordera y el tinnitus; Tratamiento de trastornos de la voz y la laringe; Tratamiento de las otitis y laringitis; Tratamiento de la rinitis alérgica; Tratamiento del ronquido y la apnea del sueño; Evaluación y manejo de trastornos del equilibrio (vértigo, mareos).
Existe la posibilidad de tratar algunas patología mediante una intervención quirúrgica: Cirugía endoscópica nasal y sinusal; cirugías como amigdalectomía (extirpación de amígdalas), adenoidectomía (extirpación de adenoides), cirugía de oídos y cirugía de cavidades perinasales; Cirugía de la desviación septal (tabique) y obstrucción nasal; Cirugía extracción líquido del oído (Otitis secretora); Cirugía del ronquido; Cirugía de la sinusitis, quistes y tumores de la nariz; Cirugía fractura de la nariz; Cirugía de los cornetes nasales.
Principales motivos de consultas.
Es importante que consultes con un otorrino frente a síntomas o malestares que afectan tu garganta, oídos o nariz. Por ejemplo:
- Malestar o dolor con gran intensidad en el oído, nariz o garganta.
- Congestión nasal, que dificulta respirar por la nariz.
- Dificultad para escuchar a las personas a tu alrededor y el tinnitus.
- Sonido, zumbido, silbido, siseo o chillido en uno o ambos oídos, o en la cabeza
- Molestias al hablar, pérdida de los agudos o en la intensidad de la voz
- Dolor y picazón de oídos.
- Estornudos, goteo nasal, ojos llorosos y rojos.
- Ronquidos fuertes, pausas en la respiración durante el sueño.
- Pérdida de equilibrio, vértigo y mareos recurrentes.
